Oceánides y Nereidas, la Maya
Capítulo 4
ENCINA: Las Oceánides se llaman así por su padre Océano, el mayor de los seis Titanes primigenios, nacidos los seis del amor de la Tierra y el Cielo. Océano no era el océano que los humanos y nosotros conocemos ahora como tal; sino un río de tamaño colosal que rodeaba la Tierra, que en aquel tiempo la Humanidad imaginaba plana y redonda.
La esposa de Océano y madre de las Oceánides fue la Titánide Tethys, la más joven de las seis Titánides primigenias, hijas también de Cielo (Urano) y Tierra (Gea). Tethys (Τηθύς) personifica la fecundidad de las aguas.
Las Oceánides tienen como función cuidar de los humanos. Representan las aguas dulces; personifican los manantiales y lagunas. Todos coincidiréis conmigo en que, tanto a los humanos como a nosotros los seres que constituimos el reino vegetal, las Oceánides nos han de resultar muy queridas.
IRIS: Una de las Oceánides llamada Electra fue la madre de mi diosa Iris de alas polícromas, a quien debo mi nombre.
SAUCE BLANCO: El Titán Prometeo fue hijo de la Oceánide Clímene y del Titán de primera generación Jápeto.
HELIOTROPO: La Oceánide Perseis fue la esposa del Titán Helios y madre de Circe.
AZAFRÁN: Y abuela de Medea, personaje que es de mi competencia.
TILO: Fílira fue la más joven de las Oceánides. Y con Crono, el más joven de los seis Titanes, fue la madre del Centauro Quirón. Fílira se metamorfoseó en Tilo.
OLIVO: También fue una Oceánide la madre de mi diosa Atenea. Se llamó Metis y fue la primera esposa de Zeus. “Metis” quiere decir ingenio, astucia, discreción, proyecto
NOGAL: Mis frutos se ofrecían a Metis. También se la llamaba Caria, que en griego quiere decir Nogal. Metis-Nogal encarnaba la sabiduría y la prudencia.
ÁLAMO NEGRO: La mayor y quizá la más importante de las Oceánides fue Estigia, la laguna que daba entrada al Hades. Zeus premió su fidelidad hacia los Olímpicos nombrándola juramento de los dioses; cuando los inmortales juraban, ponían a Estigia por testigo.
HIGUERA: Otra Oceánide –Pléyone- fue la madre de Maya, quien a su vez fue la madre del dios del caduceo: Hermes.
Pero allí veo a una herbácea que me hace señas… Es la Maya o Bellis perennis. ¡Adelante, Maya, que floreces de junio a octubre!
MAYA: Gracias, Higuera. Efectivamente. Por si alguien aquí no lo sabe, diré que soy europea y desde Europa y el norte de África me he extendido por todo el mundo. Los humanos me utilizan en el césped por mi resistencia a la siega. En castellano se me nombra de muchas maneras: chirivita, margarita menor, bellorita, etc, etc. Pero, como comprenderéis, el nombre que más me gusta es el de Maya, nombre que debo a la hija de la Oceánide Pléyone y del Titán Atlas. Maya engendró con Zeus a Hermes, uno de los dioses Olímpicos más amado por los griegos.
Maya, la de hermosos bucles, no era excesivamente sociable y prefería evitar la compañía del resto de las divinidades, por lo cual eligió vivir en Arcadia, en una muy umbrosa gruta. Allí se veía con Zeus, a escondidas, evitando que Hera, la esposa de Zeus, se enterase.
Y de esos amores nació Hermes. (5) Algunos aseguran que Hermes inventó el arte del fuego.
LAUREL: El dios, “ tras tomar una espléndida rama de Laurel…
GRANADO: … la hizo girar en una de Granado apretada en su palma y exhaló una ardiente vaharada. (5)
MAYA: Hermes abandonó la gruta de su madre Maya cuando creció. Más tarde, Maya crió a Árcade, como contó antes la Encina. Finalmente, Maya la de bellas sandalias optó por convertirse en estrella para escapar del peligro que comportaban los celos de Hera. Maya ahora forma parte de la constelación de las Pléyades, junto con sus otras seis hermanas y su madre la Oceánide Pléyone.
La Maya itálica posterior dio nombre al mes de mayo. Respecto a la Maya itálica, hay quien dice que fue una de las formas de nombrar a la Gran Diosa primigenia, y que personificaba la fuerza misma de la vegetación, el crecimiento de las plantas.
ENCINA: Otra Oceánide –Dóride- fue la madre de las Nereidas.
Es fácil confundir a las Oceánides con las Nereidas. Las Nereidas solo son cincuenta, y todas son hijas de Dóride, la esposa de Nereo, antigua divinidad a quien los griegos tuvieron gran afecto. Le llamaban “el Viejo del Mar”.
ROSAL: El poeta Píndaro le cita cuando dice: “…que ninguno ensombrezca lo que en la comunidad ha sido fruto de noble esfuerzo, violando el precepto del Viejo del Mar. Aquel dijo que se alabara incluso al enemigo que, de todo corazón y con justicia, realiza hermosas hazañas.” (3)
TUYA*: Hermoso precepto.
ENCINA: Las cincuenta Nereidas viven felices en el mar.
Las Nereidas más renombradas fueron: la madre de Aquiles, de nombre Tetis (Θέτις); y Anfitrite, la esposa de Poseidón, el dios que hace temblar la Tierra. (3)
ALMENDRO: En una ocasión, Teseo, el héroe ateniense de quien hablé yo en nuestro primer congreso, visitó el fondo del mar. ¡De algo tenía que servir ser hijo de Poseidón! Allí Teseo pudo ver a las Nereidas. Lo cuenta así Baquílides, poeta que vivió entre los siglos VI y V antes de Cristo, y fue contemporáneo de Píndaro.
“Cuando vio a las hijas del divino Nereo, se estremeció, porque irradiaba de sus claros cuerpos un brillo como fuego, y sus cabellos estaban trenzados con cintas de oro; y se alegraban danzando con flexible pie. Allí vio a la querida esposa de su padre, la divina Anfitrite, de grandes ojos…”
PAPIRO: Disculpa sabia encina, no quisiera enmendar tu elocuencia, solo recordar algo ya dicho:
Tetis la Titánide esposa de Océano se escribe en griego Τηθύς «Teethys»), y es la madre de todas las Oceánides, ninfas de agua dulce.
Nereo hijo de Ponto, el mar, es padre de las cincuenta nereidas, habitantes del mar, una de las cuales es Tetis la nereida, madre de Aquiles que en griego se escribe Θέτις / Thetis)
ENCINA: Gracias Papiro por tu repaso ortográfico, y a todos por vuestras valiosas aportaciones. Y ahora sí que mi exposición ha llegado a su fin. Debo ceder la palabra a la Vid, enseña de Dioniso, el dios de la vegetación por excelencia, de lo que brota, de lo eternamente verde, a quien los griegos a veces llamaban “Muchacho-árbol”.
La Vid quiere presentarnos a una estimable herbácea. Adelante, Vid, planta semileñosa y trepadora que puedes alcanzar los treinta metros de altura, si se te deja crecer.
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