Esparraguera, pimpinela y apio en ayuda de la chica
Capítulo 31
ESPARRAGUERA: Gracias, Helicriso de pilosidad blanca lanosa, cuyas flores recuerdan a las dalias.
En Caria, una región de Asia Menor, Yoxo y sus descendientes, conocidos como los Yóxides, nos veneraban como plantas sagradas al Apio, a la Pimpinela y a mí misma. Nunca nos arrancaban ni quemaban. Cuéntales tú por qué, Apio de agua, que creces especialmente cerca del mar.
APIO: Con mucho gusto. Los tres tenemos relación con una jovencita llamada Perigune, nieta, por parte de padre, de Poseidón el que agita la Tierra y el Mar (3).
Perigune era hija de un hombre sin entrañas, que no conocía lo que eran los sentimientos humanos. El abyecto padre de Perigune se llamó Sinis.
POSIDONIA: Yo conocí a Sinis un caluroso día que se bañaba en las aguas del Mediterráneo (6). Como hijo que era de Poseidón, Sinis tenía una estatura y fuerza descomunales.
PIMPINELA: Sinis se había convertido en un bandido cruel. Vivía de robar a los viajeros que pasaban por donde él vivía, en el istmo de Corinto.
ESPARRAGUERA: Sigo yo, Pimpinela de flores blancas o rosadas. No contento con arrebatarles todas sus pertenencias, Sinis les daba muerte.
PINO PIÑONERO: El odioso comportamiento de Sinis estaba relacionado desgraciadamente conmigo; y no podía producirme aversión más extrema. Sinis era señalado por la gente como el “doblador de pinos”.
Solo para divertirse y demostrar su fuerza había ideado un ignominioso procedimiento para asesinar al desgraciado que caía en sus manos: arqueaba un pino con el hombre en cuestión atado. Luego soltaba de golpe al árbol y el desdichado moría en el horrible impacto.
ESPARRAGUERA: Es perfectamente comprensible tu inquina hacia Sinis, Pino de copa redondeada e irregular.
La hija de Sinis, Perigune, no había heredado en absoluto la maldad de su padre. Por el contrario era una bonita joven honesta y bondadosa, a la que el comportamiento de Sinis repugnaba.
Una tarde de verano fue Teseo, el héroe ateniense, quien pasó por allí.
Pero tú conociste bien a Teseo, Almendro, árbol de temperamento robusto. Cuéntanos algo sobre él.
ALMENDRO: Encantado, Esparraguera, planta rizomatosa que crece en setos, baldíos, dunas y pedregales de toda Europa. Teseo es el héroe ateniense por excelencia.
Egeo, el rey de Atenas, fue su padre. Egeo había viajado a Trecén y allí había conocido a la princesa Etra. Ella sería la madre de Teseo.
POSIDONIA: El mismo día que Etra se había unido a Egeo, también se unió en secreto a Poseidón, el dios del mar y de los terremotos. Teseo siempre se consideró hijo de Poseidón.
ALMENDRO: Antes de separarse de Etra, que estaba embarazada, y volverse a Atenas, Egeo escondió su espada y sus sandalias debajo de una roca y se lo comunicó a Etra:
–“Si nuestro hijo es un varón, cuando consideres que tiene la fuerza suficiente, dile donde los he escondido. Si consigue levantar la roca y coger mi espada y mis sandalias, mándamelo a Atenas”.
Teseo se educó en Trecén con su madre Etra. Tenía unos dieciséis años cuando su madre le llevó hasta la roca donde Egeo había ocultado la espada y las sandalias. Teseo empujó la roca sin aparente esfuerzo y cogió los objetos que su posible padre humano había escondido.
Enseguida se pondría en camino hacia Atenas. Etra le despidió con una recomendación:
–“Haz el viaje por mar y no por tierra. Me han contado que Heracles está lejos, en Lidia, y los monstruos que habían huido por temor al héroe han regresado y están causando estragos”.
Pero el joven Teseo no hizo caso del consejo de su madre. Quería demostrarse a sí mismo que su valentía no era menor que la de Heracles.
APIO: Gracias, Almendro amante de la luz. Uno de los peligros que Teseo tuvo que enfrentar fue Sinis, el bandido. Pero afortunadamente en la lucha con Teseo el perverso Sinis resultó muerto.
Sigue tú, Pimpinela Mayor, que contienes sustancias que los humanos utilizan en medicina.
PIMPINELA: Perigune lo había visto todo escondida en una plantación de Esparragueras, Pimpinela y Apio silvestre. Estaba convencida que el héroe no iba a contentarse con matar a su padre y que luego la mataría a ella también.
Recuerdo cómo una luna fría de diciembre arrancaba a las nubes nocturnas intensos resplandores de plata. Tiritando de frío y de miedo, Perigune se dirigió a nosotras con estas palabras:
– “Espíritus de la Esparraguera, la Pimpinela y el Apio, os prometo que si Teseo no me descubre no os arrancaré ni os cortaré nunca”.
ESPARRAGUERA: A pesar de todo, Teseo descubrió a Perigune en su escondite.
–“No tienes nada que temer. No tengo nada contra ti” – la tranquilizó Teseo.
Poco tiempo después Perigune se sintió incluso aliviada por la muerte de su violento padre, que siempre la había tratado de muy malos modos.
APIO: Y ocurrió lo que tenía que ocurrir. Perigune se enamoró de Teseo y de esos amores nació un hijo.
ESPARRAGUERA: Pero Teseo estaba impuro por la muerte de Sinis; al fin y al cabo Sinis era pariente suyo por la relación que unía a ambos con Poseidón. Teseo debía purificarse. Así que dejó el istmo de Corinto y se dirigió al Ática para ser purificado allí.
Cuando llegó al Ática, los descendientes de Fítalo, denominados los Fitálidas, le acogieron y le purificaron en el río Cefiso.
Al río Cefiso se han referido aquí el Narciso, especie que los humanos consideran protegida por lo escasa, y el Laurel cuando nos habló de la fuente Castalia.
HIGUERA: ¿Me dejas intervenir? Seré breve, Esparraguera, cuyos vástagos jóvenes consumen los humanos. Los descendientes de Fítalo tenían el privilegio del cultivo de mis árboles.
Yo conocí muy bien a Fítalo. Fítalo había vivido en el camino que unía Eleusis con Atenas.
Por allí pasó Deméter buscando a su hija Core cuando esta fue raptada por su tío Hades, que habita mansiones subterráneas (2) para convertirla en su esposa y reina de los infiernos.
Fítalo acogió afablemente a la diosa sin saber quién era. Esta le agradeció su hospitalidad con un inapreciable presente: yo misma. Se contaba que antes de eso mis frutos solo eran consumidos por los dioses.
PIMPINELA: Gracias, Higuera cuyos frutos son tan apreciados por los humanos.
PALMERA: Antes de que acabéis, quisiera decir algo sobre Teseo que tiene relación conmigo. Más adelante el héroe introdujo en Delos la costumbre de coronar al vencedor de los juegos atléticos con hojas de palmera y poner un tallo de palmera en su mano derecha
PIMPINELA: Y voy terminando yo. El hijo del hijo de Perigune y Teseo se llamó Yoxo. Yoxo emigró a Caria.
Él y sus descendientes nos consideraron plantas sagradas a mí, a la Esparraguera y al Apio; y como he dicho al principio ni nos quemaban ni nos cortaban.
APIO: Nosotros hemos acabado. Es el momento de la Boswellia Sacra y el Heliotropium europaeum. ¿Quién de vosotros dos empezará?
HELIOTROPIUM EUROPAEUM: Comenzaré yo.
BOSWELLIA SACRA: No pienso discutir por eso.
APIO: Pues adelante los dos: Heliotropium europaeum, herbácea de la familia de la Borraja; especie que se distribuye por Europa, norte de África y suroeste de Asia y creces desde el nivel del mar hasta los mil setecientos metros de altitud.
Y tú, Boswellia sacra, también conocida como Árbol del Incienso que toleras las situaciones más críticas, de corteza con textura de papel y cuyas hojas nuevas están recubiertas por un fino plumón.
Próxima lectura:
«Un triángulo amoroso: El sol, el Árbol del incienso y el Heliotropo«
Elena Huerta Fernández para
VISITARB MADRID