El Teucrio y los viajes de Teucro
Capítulo 25
TEUCRIO: Conmovedora historia, Consolida Ajacis, o Consuelda, que floreces de mayo a agosto.
En lo que a mí respecta, los humanos me nombran de muchas maneras. Me llaman zamarilla, altamisa, mejorana, poleo de monte … olivilla. …Pero mi nombre botánico tiene su justificación en Teucro, otro de los héroes griegos que lucharon contra Troya.
Teucro fue medio hermano del gran Áyax y era de menor edad. Ambos hermanos se querían de forma entrañable.
Teucro descubrió mis propiedades medicinales más o menos al mismo tiempo que Aquiles lo hizo con la Achillea Millefolium. Además soy un sabroso condimento que los griegos utilizaban al aderezar sus alimentos. (6)
Fueron notables las hazañas de Teucro en la guerra de Troya. Teucro fue uno de los guerreros que se introdujeron en la ciudad, escondidos en el vientre de madera del memorable Caballo de Troya.
En los juegos fúnebres por la muerte de Patroclo, Teucro ganó la prueba de tiro con arco, lo cual era previsible porque fue el mejor arquero del ejército griego.
Fue una desgraciada contingencia que Teucro estuviera lejos cuando Áyax se dio muerte por su propia mano. De no haber estado ausente, posiblemente lo hubiera evitado; pero por aquellos días se encontraba en una expedición pirata. Cuando al volver vio a su hermano muerto, su dolor fue indescriptible… Aunque, para un dramaturgo como Sófocles no hay nada indescriptible. Escuchadle:
“¡Oh el más doloroso, para mí, de cuantos espectáculos he contemplado con mis ojos, y camino, de todos los caminos, el que más ha afligido mi alma, el que ahora he hecho, oh queridísimo Áyax, lanzándome a seguir tu rastro, una vez que me enteré de tu muerte”. (12)
Teucro regresó justo a tiempo para evitar que los hermanos Agamenón y Menelao, esposo este último de la mujer responsable de la guerra de Troya …
ENCINA: Ejem…
TEUCRIO: Quiero decir, esposo de la mujer que fue el detonante…
AVELLANO: En realidad la guerra no se debió al orgullo herido de un marido abandonado, sino a vulgares motivos económicos. Los troyanos acaparaban el comercio con el Helesponto y el Mar Negro.
TEUCRIO: Si me interrumpís pierdo el filamento. ¿Por dónde iba? Teucro llegó justo a tiempo de evitar que Agamenón y Menelao ultrajasen el cadáver de Áyax, dado que se negaban a enterrarlo.
Teucro hubo de esforzarse mucho para conseguir su propósito, pero el dramaturgo Sófocles demuestra que, para ello, fue capaz de desplegar unas notables dotes de oratoria.
Teucro se hizo cargo del hijo de Áyax, el pequeño Eurísaces. Al terminar la guerra, Teucro volvió con su sobrino a Salamina, donde continuaba reinando su padre Telamón.
Pero su barco naufragó y Teucro perdió a Eurísaces de vista.
Cuando Teucro llegó a Salamina su padre Telamón le recibió iracundo:
Así que Telamón desterró a Teucro de Salamina. Una vez que abandonó su tierra, Teucro realizó algunos viajes que terminaron en la isla de Chipre. Allí encontró el amor. Se casó con Eune, una hija del mítico rey Cíniras, de contradictoria historia.
TARAY: Yo hablaré de Cíniras, quien a su vez fue hijo de Apolo.
TEUCRIO: A uno de los hijos que Teucro tuvo con Eune le puso de nombre Áyax en recuerdo de su querido hermano. A este Áyax se le conoció como Áyax el Joven, para distinguirlo de Áyax el Grande, su tío.
Hay muchas versiones acerca de cómo Teucro prosiguió con su vida; pero yo doy fe de conocer la verdadera. Teucro intentó regresar una vez más a Salamina cuando supo de la muerte de su padre Telamón. Pero no lo consiguió; entonces fue su sobrino Eurísaces quien le rechazó.
Posteriormente Teucro viajó hasta tu Península Ibérica, Encina. Allí, después de pasar por Gades, fundó la ciudad de Cartagena.
Fin de mi exposición. Confío en que haya sido de vuestro agrado.
SÓFORA*: Dalo por hecho, Teucrio.
TEUCRIO: La planta que va a hablar a continuación pertenece a un género de plantas perennes y bulbosas originario de la región mediterránea y de África meridional. Y coincide con el Consolida Ajacis en la señal que ambas tienen en la base de sus pétalos; marca que parece una palabra de queja: A I. Se trata del Jacinto o Hyacinthus.
Próxima lectura:
El jacinto y el príncipe de Esparta
Elena Huerta Fernández para VISITARB MADRID